7 septiembre, 2025

Proceso de reparación y reinstalación de la Floralis Genérica, etapa final

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La icónica Floralis Genérica, situada en el barrio de Recoleta, en la Ciudad de Buenos Aires, está cada vez más próxima a recuperar su esplendor. De acuerdo con el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana porteño, se estima que hacia finales de octubre la escultura volverá a estar completamente restaurada, luego de un proceso integral de reparación de sus pétalos dañados.

“Estamos poniendo en valor un símbolo que representa la identidad de los porteños. Gracias a un complejo trabajo de ingeniería sobre los dos pétalos afectados, en pocas semanas podremos volver a contemplar la Floralis totalmente reconstruida en la Plaza de las Naciones Unidas”, señaló el jefe de Gobierno, Jorge Macri.

La estructura fue creada y donada por el arquitecto argentino Eduardo Catalano, y fue inaugurada en el año 2002. Es famosa por sus seis pétalos de acero inoxidable y aluminio, que en conjunto pesan 18 toneladas y alcanzan una altura de 20 metros. El 17 de diciembre de 2023, un violento temporal provocó la caída de dos de sus pétalos, lo cual obligó a iniciar tareas de restauración.

Los pétalos dañados fueron desmontados con la ayuda de una grúa de gran capacidad y trasladados a una planta industrial ubicada en Baradero, donde se lleva a cabo la restauración. Allí fueron colocados sobre estructuras metálicas especiales para permitir su inspección y reparación detallada.

Inicialmente se realizó una inspección visual minuciosa, seguida del desarme de los paneles de recubrimiento y la remoción de largueros y costillas de acero comprometidos. También se llevó a cabo una limpieza profunda y un proceso de arenado para eliminar restos de óxido y corrosión.

A continuación, se implementaron ensayos no destructivos —métodos aplicados en sectores como la industria aeroespacial y automotriz— que permiten analizar el estado de los materiales sin deteriorarlos. Entre las técnicas utilizadas se encuentran la inspección óptica, el método de corrientes inducidas (capaz de detectar fallas internas a través de electricidad) y el uso de líquidos penetrantes para revelar fisuras superficiales.

Con los resultados de estas pruebas, se realizaron simulaciones en tres dimensiones y evaluaciones estructurales frente a condiciones de viento, lo que permitió diseñar y fabricar los nuevos componentes necesarios. Estos se unieron a las piezas originales mediante pernos de alta resistencia similares a los empleados en aeronáutica, asegurando precisión y durabilidad. Finalmente, se colocaron nuevas chapas de aluminio fijadas con remaches de acero inoxidable.

Simultáneamente, también se está trabajando en la restauración de uno de los cuatro pistilos de la obra, que son columnas cónicas de entre 9 y 12 metros de alto ubicadas en el centro del tallo.Una vez concluidas las tareas de reparación, tanto los pétalos como el pistilo serán transportados nuevamente a la Ciudad de Buenos Aires. A diferencia del viaje original, en esta ocasión se optará por el traslado fluvial a través del río Paraná.

El operativo logístico se dividirá en tres fases a lo largo de tres jornadas:

  • Transporte en barcazas hasta el puerto porteño.
  • Traslado por tierra desde la planta de Baradero hasta su puerto.
  • Traslado final por vía terrestre hasta la Plaza de las Naciones Unidas.

Esta estrategia fue diseñada considerando las dimensiones y el peso de las piezas, que dificultan un desplazamiento prolongado por carretera. Una vez llegadas a destino, serán reinstaladas en su posición original, de modo que, hacia finales de octubre, la Floralis Genérica vuelva a destacarse como uno de los emblemas más representativos de la Ciudad.

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