El Ateneo Grand Splendid celebra 25 años estrenando un nuevo espacio.
Considerada en múltiples rankings internacionales como “la librería más hermosa del planeta”, El Ateneo Grand Splendid se prepara para celebrar sus 25 años desde que abrió sus puertas como espacio dedicado a los libros. Con más de 200.000 títulos distribuidos en sus estanterías, el emblemático edificio de la avenida Santa Fe se transformó en uno de los puntos turísticos más concurridos del centro porteño. A diario recibe a cientos de visitantes, muchos de los cuales llegan únicamente para recorrer su arquitectura y su historia.
Como parte de los festejos, la librería sumará una propuesta inédita en el tercer nivel, muy cerca de su célebre cúpula. Se trata de la “Experiencia Grand Splendid”, un circuito que combinará contenidos históricos con dinámicas inmersivas para revisitar el pasado del edificio, que supo operar como teatro y sala de cine. Según trascendió, este nuevo espacio abriría entre finales de diciembre y principios de enero. Entre sus atractivos habrá una sala dedicada a Carlos Gardel, ubicada en lo que solía ser un salón de ensayo, y un café ambientado con imágenes que evocan la intensa vida cultural del lugar.
Previo a la inauguración y en el marco del aniversario, la librería lanzó además una agenda de actividades especiales destinadas al público general. Entre ellas figuran una firma de ejemplares del escritor Gabriel Rolón y una nueva edición del Ciclo Leer YA, enfocado en la literatura juvenil y sus autores más destacados.
Un cuarto de siglo de historia reciente
El Ateneo comenzó a funcionar como librería en diciembre del año 2000, tras la restauración integral del histórico Grand Splendid. Actualmente recibe cerca de 180.000 visitantes por mes y a lo largo de estos años ha sumado reconocimientos como la Medalla del Bicentenario (2010) y el galardón “Testimonio vivo de la memoria ciudadana” (2009). Con el tiempo se consolidó como un punto de encuentro para escritores, músicos y lectores: por su escenario y pasillos pasaron figuras como Ernesto Sabato, Mario Vargas Llosa, Paul Auster, Fito Páez, Quino, Rosa Montero, Gustavo Santaolalla, Mario Benedetti, Siri Hustvedt, Escalandrum, Soda Stereo, entre muchas otras.
Una obra emblemática desde sus orígenes
El edificio original fue levantado en 1903 tras la demolición de una antigua fábrica de carruajes y albergó inicialmente al Teatro Nacional Norte, con capacidad para más de 900 espectadores. En 1919, el empresario Max Glücksmann adquirió el lugar, lo renovó y le dio un nuevo nombre: Splendid Theater.
La versión definitiva del Teatro Grand Splendid fue proyectada por los arquitectos Peró y Torres Armengol, mientras que la construcción quedó a cargo de Pizoney y Falcope. Contaba con quinientas butacas, cuatro líneas de palcos, calefacción, refrigeración y un techo corredizo. Su fachada, de estilo ecléctico, lucía una marquesina con inspiración griega y cariátides esculpidas por Troiano Troiani, autor también de los relieves ubicados en el cielorraso. La cúpula fue obra del artista italiano Nazareno Orlandi.
El edificio rápidamente se convirtió en un símbolo de modernidad. En 1923 albergó las primeras transmisiones de radio del país a través de Radio Splendid, y en los pisos superiores funcionó el sello discográfico El Nacional Odeón, ambos pertenecientes a Glücksmann. Un año más tarde, su escenario fue sede de concursos de tango en los que participaron Carlos Gardel, Ignacio Corsini, Azucena Maizani y Roberto Firpo, compositor del tango “Grand Splendid”.
El cine también tuvo su capítulo: en 1926 se estrenó allí la película muda argentina Juan sin ropa y en 1929 se proyectó La divina dama, primer filme sonoro exhibido en Buenos Aires. Entre las últimas funciones teatrales, ya en los años 70, se destacó “40 quilates”, con Mirtha Legrand y Arnaldo André. En 1973 el edificio volvió a operar como sala cinematográfica y su última proyección fue Belleza americana, en febrero del 2000, antes de iniciar la transformación que lo convertiría en la librería que es hoy.
