Villa Crespo: reconocen como de Interés Cultural al Espacio Aguirre, escuela y teatro de clown con proyección internacional
Villa Crespo: reconocen como de Interés Cultural al Espacio Aguirre, escuela y teatro de clown con proyección internacional
El Espacio Aguirre, una de las instituciones más emblemáticas dedicadas al clown, bufón y máscaras, fue declarado de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. El reconocimiento recayó en esta escuela y teatro ubicada en Aguirre 1270, en el barrio de Villa Crespo, que dirige desde hace 25 años el reconocido docente y creador Marcelo Katz.
La decisión fue aprobada en el recinto legislativo y celebrada con un acto en el Salón Presidente Raúl Alfonsín, dentro del Palacio Legislativo de Perú 160 (Comuna 1). Allí se reunieron alumnos, exalumnos, artistas y referentes de la cultura porteña para acompañar una distinción que ratifica la importancia del Espacio Aguirre en la escena local e internacional.
La fundamentación del reconocimiento
El proyecto fue impulsado por la legisladora María Inés Parry (UCR), quien en su defensa subrayó:
“Espacio Aguirre es la escuela de clown más importante de América Latina. Es un teatro y una institución que, desde hace 25 años, combina docencia, investigación y producción de espectáculos. Es sobre todo un lugar de construcción colectiva, de creación artística y de vínculos sociales, tanto en el interior de la escuela como en el entramado comunitario en el que interviene con dispositivos y propuestas culturales”.
La iniciativa también destacó el rol de la Dirección General, a cargo de Marcelo Katz, y la Coordinación General, conducida por Gastón Jeger, quienes sostienen el espíritu pedagógico y artístico del espacio desde su fundación.
Trayectoria y formación
Durante un cuarto de siglo, más de 4.000 estudiantes argentinos y extranjeros pasaron por las aulas y escenarios del Espacio Aguirre. Allí se ofrecen cursos anuales organizados en cinco niveles de experiencia, así como talleres intensivos, charlas, campamentos, encuentros artísticos y producciones colectivas.
La escuela no solo brinda herramientas técnicas para el entrenamiento actoral, sino que también impulsa la creación de espectáculos y fomenta la participación activa en proyectos comunitarios. Este modelo de enseñanza integral convirtió al Espacio Aguirre en un referente indiscutido del clown en América Latina.
Proyección internacional
El prestigio del Espacio se refleja tanto en los espectáculos gestados en su interior como en las trayectorias de sus egresados. Varias producciones han sido multipremiadas y representadas en países como Argentina, Colombia, España, Francia, Israel, Dinamarca y Uruguay.
Al mismo tiempo, quienes se formaron en sus aulas crearon compañías autogestivas reconocidas, como Los Bla Bla, o fueron convocados a proyectos de alcance mundial, entre ellos el célebre Cirque du Soleil. Estos logros confirman la calidad pedagógica y artística de una institución que trascendió fronteras.
Un espacio de creación y comunidad
Más allá de la enseñanza formal, el Espacio Aguirre se consolidó como un lugar de encuentro y experimentación, donde el clown no solo se entiende como técnica escénica sino también como un camino de exploración personal y social.
El trabajo en red con barrios, instituciones culturales y organizaciones comunitarias permitió expandir su influencia más allá de Villa Crespo, articulando proyectos que promueven la participación ciudadana y la inclusión cultural.
La declaración de Interés Cultural reconoce justamente esa doble dimensión: un sitio de excelencia artística y pedagógica, y al mismo tiempo un motor de lazos sociales y culturales que enriquecen a la Ciudad.
Un cuarto de siglo de historia viva
En estos 25 años, el Espacio Aguirre se transformó en un símbolo de perseverancia y creatividad dentro de la escena porteña. Su aporte no solo se mide en la cantidad de artistas formados o en los espectáculos estrenados, sino también en la capacidad de inspirar generaciones enteras de actores, clowns y docentes.
La distinción de la Legislatura funciona como un homenaje a una trayectoria consolidada y como un incentivo para que la institución continúe ampliando horizontes. En palabras de sus impulsores, el desafío hacia el futuro es seguir combinando rigor pedagógico, innovación artística y compromiso social.
