La Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) intervino luego de que vecinos del barrio de Caballito denunciaran el desecho irregular de residuos sanitarios por parte de un centro médico ubicado en Rosario al 800. El caso derivó en una investigación judicial tras constatarse el descarte de material médico contaminante en contenedores de uso común, en infracción a las normas vigentes sobre tratamiento de residuos peligrosos.
Durante el procedimiento, autoridades sorprendieron en flagrancia a empleados del establecimiento mientras arrojaban bolsas que contenían gasas usadas, espéculos ensangrentados, restos húmedos y otros insumos clínicos contaminados, mezclados con elementos reciclables. Esta acción representa una violación directa a la legislación ambiental y sanitaria, ya que los residuos patogénicos deben ser gestionados mediante sistemas especializados de recolección, tratamiento y disposición final.
Además, se labraron actas no solo por el manejo indebido de residuos peligrosos, sino también por obstrucción a la inspección, ya que el responsable del centro médico impidió el acceso del personal fiscalizador al establecimiento. Según detallaron fuentes judiciales, la inspección fue realizada con el acompañamiento del Cuerpo de Investigaciones Judiciales y el Departamento Federal de Investigación de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina.
También participaron representantes de la Dirección General de Control Ambiental, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana y la Gerencia Operativa de Control de Higiene Urbana del Gobierno porteño. La articulación entre estos organismos permitió actuar con celeridad y registrar las infracciones en tiempo real.
Como resultado, los responsables del centro de salud fueron imputados por el presunto delito de arrojar sustancias insalubres al espacio público, una figura penal que contempla sanciones por el riesgo sanitario que conlleva este tipo de conducta, especialmente en zonas urbanas densamente habitadas.
De esta manera, el caso sienta un precedente frente a prácticas negligentes que no solo violan regulaciones ambientales, sino que además ponen en peligro la salud de la comunidad y del personal de recolección de residuos.
Por último, desde la UFEMA resaltaron el rol clave de la ciudadanía en la detección de irregularidades ambientales, destacando que fue la denuncia vecinal la que activó la intervención. La fiscalía especializada continúa fortaleciendo los mecanismos de control y penalización a instituciones que incumplen las normativas sanitarias vigentes.