El próximo 18 de abril de 2025, la Avenida de Mayo se convertirá nuevamente en el escenario de una de las manifestaciones más emblemáticas de la fe católica en la Ciudad: el Viacrucis porteño, que estará presidido por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva. La Vicaría de Pastoral del Arzobispado extiende la invitación a toda la comunidad a sumarse a este emotivo recorrido, llevando una vela con tulipa, símbolo de luz, esperanza y unidad.
Como sucede cada año, los fieles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se congregarán para rememorar uno de los episodios centrales de la Semana Santa: el trayecto de Jesús hacia la cruz. La procesión comenzará a las 20:00 horas y recorrerá algunos de los tramos más simbólicos de la Avenida de Mayo, finalizando con una ceremonia especial en la Catedral Metropolitana, frente a la histórica Plaza de Mayo.
La convocatoria está abierta a personas de todas las edades y condiciones, en un espíritu de apertura e inclusión. El Viacrucis de la Ciudad, incorporado hace años al calendario litúrgico porteño, propone un espacio de encuentro espiritual, donde se reflexiona en comunidad sobre el sacrificio y la redención de Cristo, y se renueva el compromiso con los valores evangélicos.
Durante el recorrido, los asistentes representarán simbólicamente las catorce estaciones del Viacrucis, desde la condena de Jesús hasta su crucifixión. El punto de partida será la intersección entre Avenida de Mayo y Bernardo de Irigoyen, en el corazón del centro porteño, que permanecerá cerrada al tránsito vehicular para garantizar el normal desarrollo del evento. A medida que la procesión avance, atravesará edificios históricos y monumentos relevantes, sumando una dimensión cultural al carácter religioso del acto.
Este año, la ceremonia contará con la guía espiritual de monseñor Jorge García Cuerva, cuya trayectoria como pastor ha estado marcada por la cercanía con los sectores más vulnerables. Su liderazgo durante el Viacrucis será un gesto de consuelo y compañía para los creyentes, que encontrarán en él una figura de referencia y contención espiritual.
Desde la Vicaría de Pastoral, se destacó la importancia de portar una vela con tulipa: no solo como manifestación de fe, sino como un elemento que visibiliza la unidad y el recogimiento del pueblo de Dios a lo largo de todo el trayecto. Esta luz colectiva contribuirá a crear un clima de solemnidad, paz interior y contemplación, sin dejar de lado el compromiso con el cuidado del entorno urbano.
En simultáneo, los organizadores alentaron a difundir la convocatoria en redes sociales, con el fin de ampliar su alcance y fomentar la participación tanto de vecinos de la Ciudad como de fieles de otras regiones. En un escenario donde la tecnología atraviesa todos los aspectos de la vida, se busca utilizar lo digital como puente para compartir el mensaje de fe y esperanza.
Cabe resaltar que este evento posee un fuerte valor simbólico para muchos porteños. Durante varios años, el entonces arzobispo Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, participó activamente del Viacrucis en Buenos Aires, dejando una huella imborrable entre los fieles. Su vínculo con esta celebración sigue siendo motivo de orgullo, emoción y conexión espiritual para quienes renuevan su fe cada Semana Santa.
En definitiva, el Viacrucis del Viernes Santo no es solo una manifestación religiosa: es también una ocasión para encontrarse como comunidad, reflexionar en conjunto y caminar hacia un horizonte de solidaridad, paz y trascendencia. Un momento único para hacer una pausa, mirar hacia dentro y avanzar unidos bajo la luz de la fe.