Iniciativa porteña impulsa hábitos alimentarios saludables en niños y familias

La Dirección General de Servicio y Atención Permanente (DGSAP) lleva adelante talleres mensuales de educación nutricional en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la finalidad de fomentar hábitos alimentarios saludables desde la niñez. Estas actividades, orientadas a niñas y niños, son coordinadas por una Licenciada en Nutrición del equipo de Gabinete de Salud, y buscan no solo enseñar sobre una alimentación equilibrada, sino también fortalecer la convivencia en el ámbito familiar.

Durante cada encuentro, los participantes aprenden a elaborar recetas nutritivas, a la vez que se familiarizan con los ingredientes y adquieren conocimientos acerca de la importancia de una dieta balanceada. Asimismo, la iniciativa pretende que desde temprana edad incorporen el hábito de elegir alimentos frescos y naturales, evitando productos ultraprocesados. Mediante explicaciones claras y ejemplos cotidianos, se les enseña a distinguir entre opciones saludables y aquellas que pueden afectar negativamente el desarrollo infantil.

Además, la propuesta incluye dinámicas lúdicas —como juegos de mesa, memo test, bingo, trivia y dibujos temáticos— que refuerzan de forma entretenida los conceptos clave sobre nutrición. Así, la enseñanza se adapta a los intereses de las niñas y niños, logrando una experiencia más atractiva y efectiva. En este marco, los talleres también brindan espacio para que los participantes expresen sus dudas y compartan experiencias respecto a los alimentos, promoviendo un aprendizaje colectivo.

Uno de los pilares del programa es el valor de compartir la mesa. Del mismo modo, se subraya la importancia de recuperar la tradición de disfrutar las comidas en compañía, fomentando un espacio de diálogo y encuentro familiar. Por ello, cada jornada finaliza con una degustación grupal en la que niñas, niños y adultos prueban los platos preparados, fortaleciendo así los lazos afectivos y comunitarios. Se destaca que comer en familia no solo mejora la calidad de la alimentación, sino que también contribuye a crear vínculos afectivos sólidos y a adquirir buenos modales en la mesa.

De este modo, esta propuesta apunta no solo a mejorar la alimentación infantil, sino también a incentivar hábitos que favorezcan una mejor calidad de vida desde la infancia. En consecuencia, la educación nutricional se presenta como una herramienta clave para prevenir problemas de salud futuros, tales como la obesidad infantil y enfermedades relacionadas con una dieta inadecuada. En línea con esto, se promueve el consumo de frutas y verduras, el respeto por los horarios de comida y una hidratación adecuada como fundamentos esenciales para el bienestar.

Por último, las autoridades de la DGSAP enfatizan la importancia de continuar implementando estrategias que acerquen la educación nutricional a los hogares porteños, resaltando que la adopción de hábitos saludables en la infancia tiene un impacto positivo en la adultez. En este sentido, sostienen que la concientización sobre la alimentación debe involucrar a toda la comunidad, incluyendo no solo a los niños, sino también a sus familias y educadores.

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