15 agosto, 2025

El Patio de las Esculturas inició su restauración y ampliación: un nuevo capítulo para el patrimonio cultural de la Ciudad.

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Con el objetivo de revitalizar y fortalecer el cuidado del patrimonio artístico porteño, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires inició la restauración y ampliación del edificio de Monumentos y Obras de Arte (MOA), también conocido como el “Patio de las Esculturas”. Este emblemático espacio, dedicado desde hace más de siete décadas a la conservación y restauración de monumentos, atraviesa hoy una importante transformación que mejorará sus instalaciones y abrirá sus puertas a toda la comunidad.

El proyecto busca no solo optimizar las condiciones laborales del equipo de restauradores y técnicos que trabajan allí, sino también consolidar al MOA como un espacio cultural accesible, abierto al público, con áreas destinadas a la difusión, el aprendizaje y la puesta en valor del arte escultórico que embellece Buenos Aires.


Una renovación integral con respeto al valor patrimonial

Las obras iniciadas comprenden una puesta en valor integral del edificio histórico y su icónico patio de esculturas, junto con una refuncionalización de los espacios interiores y exteriores. La intervención principal se centra en las tres naves industriales originales que componen la estructura del MOA, construidas con muros de mampostería y techos a dos aguas de tejas sostenidos por una estructura metálica.

Estas naves, que conservan sus cerchas metálicas y lucernarios —elementos clave para la entrada de luz natural y ventilación—, serán restauradas en profundidad. El paso del tiempo, las condiciones climáticas y el uso constante habían provocado desgaste y deterioro que ahora serán atendidos mediante el refuerzo estructural de muros, la reparación de cubiertas y la restauración de los lucernarios originales.

Además, el proyecto incluye la demolición de agregados y construcciones improvisadas que se habían sumado en décadas anteriores, muchas veces sin respetar la lógica del conjunto arquitectónico. Esta acción permitirá recuperar la morfología original del edificio y devolverle su coherencia estética e histórica.


Nuevos espacios para trabajar, restaurar y compartir

Una de las grandes novedades de esta obra es la construcción de dos nuevos volúmenes edilicios y un pabellón adicional, que se conectará con el edificio histórico mediante una pérgola metálica. Esta estructura, pensada como un corredor de conexión y al mismo tiempo un área de sombra, generará nuevos espacios al aire libre para la exhibición de esculturas restauradas.

Entre las mejoras funcionales que se incorporarán, se destacan la creación de nuevos baños, vestuarios, comedor y oficinas administrativas para el personal técnico y artístico del MOA. También se incorporará un pabellón especialmente diseñado para visitantes, que incluirá una sala de archivo e investigación, donde podrán consultarse documentos históricos, y un salón de usos múltiples, ideal para organizar charlas, talleres, muestras temporales y actividades educativas.

Este enfoque apunta a convertir al MOA en un espacio interactivo y de puertas abiertas, donde vecinos, estudiantes, investigadores y turistas puedan conocer de cerca la historia y el valor de las esculturas que forman parte del paisaje urbano porteño.


Preservar la identidad visual: colores y materiales

La restauración contempla también un estudio detallado de los colores originales del edificio. A través de cateos cromáticos, se determinará el tono histórico de las naves para restaurarlas respetando su identidad visual. En contraste, las nuevas construcciones serán pintadas de blanco, en un gesto arquitectónico que busca diferenciar claramente lo histórico de lo contemporáneo, resaltando la autenticidad del patrimonio y generando una convivencia armoniosa entre pasado y presente.


Un taller con historia: del siglo XIX al presente

El MOA fue fundado en 1952 y desde entonces ha sido el principal taller de restauración de esculturas y monumentos públicos de la Ciudad. Su sede se encuentra en un edificio cargado de historia: a fines del siglo XIX, el predio formaba parte de la quinta de Juan Manuel de Rosas, entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires. Allí funcionaba la residencia del personal doméstico, una construcción que con el tiempo fue reconvertida para albergar el taller de restauración.

Hoy, más de 70 años después de su fundación formal, el MOA continúa cumpliendo una función esencial: preservar el patrimonio escultórico de Buenos Aires, compuesto por más de 2.000 piezas públicas, muchas de ellas centenarias y de gran valor artístico. En sus talleres, trabajan escultores, restauradores, administrativos, choferes y especialistas que se encargan de diagnosticar, intervenir, limpiar, consolidar y reubicar obras dañadas por el tiempo, el vandalismo o factores climáticos.


Un espacio vivo, en contacto con la comunidad

Con esta renovación, el MOA pasará de ser un taller técnico cerrado al público a convertirse en un centro cultural participativo, con un enfoque educativo que buscará generar conciencia sobre la importancia del patrimonio público y el rol que cumple en la construcción de la identidad urbana.

Una vez concluidas las obras, los visitantes podrán recorrer el Patio de las Esculturas, participar en visitas guiadas, asistir a muestras temáticas, charlas, encuentros con artistas y jornadas de puertas abiertas, donde podrán conocer el “detrás de escena” del trabajo de restauración.


Un compromiso con el patrimonio y el futuro

En una ciudad como Buenos Aires, donde el espacio público está repleto de monumentos, bustos, estatuas, relieves y obras de arte en plazas, avenidas y parques, el trabajo del MOA es esencial. Las esculturas no solo decoran la Ciudad: cuentan historias, celebran figuras, recuerdan momentos y reflejan valores colectivos.

La obra de ampliación y restauración del MOA representa una inversión en cultura y memoria, que permitirá seguir cuidando esas piezas para las generaciones futuras, al tiempo que abre nuevas posibilidades para el intercambio y el aprendizaje.


Un nuevo MOA, más abierto, más accesible, más nuestro

Con esta intervención, la Ciudad refuerza su compromiso con el patrimonio, la cultura y la participación ciudadana. El nuevo MOA no será solo un espacio para restaurar obras del pasado, sino también un lugar de encuentro, reflexión y celebración del arte público.

Una vez finalizadas las obras, miles de vecinos y turistas podrán disfrutar de este renovado Patio de las Esculturas, conocer el valioso trabajo que allí se realiza y reconectarse con los monumentos que forman parte del alma de Buenos Aires.

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