15 agosto, 2025

Jorge Macri encabezó el desmantelamiento de las mafias de manteros en Once: operativo histórico con 197 allanamientos y más de $1.000 millones en mercadería incautada.

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En un megaoperativo sin precedentes, la Ciudad de Buenos Aires logró desarticular una de las redes más complejas y extendidas de venta ilegal en la vía pública. El barrio de Once, históricamente afectado por la ocupación irregular del espacio público, fue escenario de una acción coordinada y masiva, encabezada por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y ejecutada por la Policía de la Ciudad junto a organismos judiciales y operativos.

Durante el procedimiento, que involucró 197 allanamientos simultáneos, se incautaron más de 66.000 productos apócrifos y se secuestraron estructuras logísticas utilizadas para la comercialización clandestina. Se estima que el valor de la mercadería incautada asciende a casi $1.000 millones, un golpe económico directo a las organizaciones mafiosas que operaban en la zona.

“Esto es una muestra de que el Estado puede recuperar el espacio público cuando hay decisión política, planificación y trabajo conjunto entre fuerzas de seguridad y la Justicia. Vamos a seguir avanzando para que la calle vuelva a ser de los vecinos”, afirmó Jorge Macri desde la avenida Pueyrredón, uno de los puntos neurálgicos del operativo.

Cinco meses de investigación para recuperar el orden

El operativo no fue improvisado. Formó parte de un plan estratégico de recuperación urbana, que demandó más de cinco meses de tareas de inteligencia, seguimiento e identificación de los actores clave detrás de las mafias del comercio ilegal. La División Investigaciones Especiales de la Policía de la Ciudad actuó bajo las órdenes del fiscal Federico Tropea, con autorización del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N.º 26, a cargo del juez Nicolás Repetto.

El despliegue comenzó en la madrugada del viernes, con más de 600 efectivos policiales y 200 operarios que actuaron de manera simultánea en pasajes, locales y depósitos ubicados en el radio delimitado por las calles Pueyrredón, Sarmiento, Mitre, Urquiza y Paso. Los puntos operativos incluían no solo puestos callejeros, sino también espacios cerrados utilizados para acopio y distribución, lo que evidencia el nivel de organización detrás de estas redes ilegales.

Datos clave del operativo

  • Allanamientos realizados: 197
  • Efectivos desplegados: 600 policías + 200 operarios
  • Productos incautados: 66.208 artículos falsificados
  • Valor estimado de mercado: $993.120.000
  • Elementos secuestrados: carros de venta, banquetas, baúles metálicos, estructuras de galpón

La magnitud de lo incautado es apenas un reflejo de la estructura paralela que se había consolidado durante años en la zona, amparada por redes de complicidad, ausencia de controles y, muchas veces, aprovechando la vulnerabilidad social de los propios manteros, reducidos a la informalidad bajo condiciones de explotación.

Más que un operativo: una política de Estado para recuperar la Ciudad

Desde su asunción, Jorge Macri ha declarado como prioridad la recuperación del orden en el espacio público, en especial en zonas históricamente afectadas por el comercio ilegal y el caos urbano. Este operativo en Once se suma a acciones similares desarrolladas en Plaza Constitución, Parque Centenario, Parque Patricios y Retiro, donde también se liberaron veredas y se enfrentaron estructuras mafiosas.

“No estamos yendo contra quienes tienen necesidad, sino contra quienes los explotan. Hay organizaciones que manejan logística, seguridad, recaudación y cobran por cada metro cuadrado de vereda. Vamos a desmantelar eso”, afirmó Macri.

La estrategia del gobierno porteño incluye también protocolos especiales para evitar nuevos asentamientos ilegales, coordinación con la Justicia para acelerar decomisos, y una revisión profunda de la normativa contravencional vigente.

Además, el operativo en Once fue acompañado por la Subsecretaría de Higiene Urbana, que se encargó de la limpieza inmediata del espacio público una vez finalizadas las tareas judiciales. Se retiraron residuos, estructuras abandonadas y materiales en desuso, lo que permitió una circulación fluida en calles como Rivadavia, Mitre, Uriburu y Perón, hasta hace pocos días bloqueadas por manteros.

El impacto social y económico: comerciantes y vecinos respaldan la medida

Uno de los efectos más visibles del desmantelamiento fue la reapropiación del espacio público por parte de los vecinos, quienes desde hace años venían denunciando la inseguridad, la obstrucción de veredas, la suciedad y la competencia desleal que generaban los manteros. Comerciantes formales del Once expresaron su alivio y apoyo a la medida.

“Por fin podemos abrir el local sin tener un puesto de remeras truchas en la puerta. Perdimos años de ventas y tuvimos que soportar amenazas. Esta es una victoria de los que pagan impuestos”, dijo Fabián Rodríguez, dueño de una tienda de ropa en la calle Sarmiento.

Desde la Comuna 3, donde se ubica el barrio de Once, también se manifestó el apoyo institucional a la iniciativa. “Es un paso fundamental para devolverle dignidad al barrio. No podemos naturalizar la ilegalidad”, señaló una representante de la Junta Comunal.

Detrás del mantero: una red mafiosa con estructura empresarial

Uno de los aspectos más alarmantes del operativo fue la confirmación de que la venta ambulante ilegal responde a una lógica mafiosa, en la que los manteros actúan como eslabones finales de un engranaje que incluye:

  • Acopiadores mayoristas que importan o producen mercadería falsificada.
  • Encargados de logística que asignan espacios en la vía pública.
  • “Capangas” o jefes de calle que cobran alquiler por metro de vereda.
  • Red de vigilancia informal que avisa ante la presencia policial.
  • Galpones clandestinos que funcionan como depósitos encubiertos.

Esta estructura se financia con un circuito económico que mueve millones de pesos al margen del sistema tributario, afecta a la industria nacional y expone a los trabajadores a condiciones de precariedad, sin aportes ni cobertura social.

El camino por delante: control y continuidad

Desde el Ministerio de Seguridad porteño indicaron que, tras el operativo, se implementará un sistema de vigilancia permanente con presencia policial y cámaras para evitar que la zona vuelva a ser tomada por el comercio ilegal. Además, se trabajará con la Agencia Gubernamental de Control y la Justicia contravencional para agilizar los procesos administrativos y judiciales frente a reincidencias.

El gobierno también anunció que se reforzarán los programas sociales de inclusión laboral y formalización para personas en situación de calle o sin empleo, de manera que quienes hayan sido cooptados por estas redes ilegales puedan reinsertarse en el mercado de trabajo formal.


Con este megaoperativo, Jorge Macri no solo recupera una de las zonas más conflictivas de la Ciudad, sino que instala un mensaje claro sobre la importancia del orden, la legalidad y el respeto al espacio público como condiciones necesarias para una Buenos Aires más vivible, segura y justa para todos. El desmantelamiento de las mafias en Once marca el inicio de una etapa de transformación urbana, que promete extenderse a otras zonas críticas y que, según prometen desde el Ejecutivo porteño, “no se detendrá hasta que la calle sea de los vecinos”.

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