Recientemente, la Legislatura porteña ha incrementado la presión sobre el gobierno de Jorge Macri respecto a los módulos de detención instalados en varios barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Estos módulos, conocidos popularmente como “cárceles containers”, están ubicados en playones de comisarías en Chacarita, Saavedra, Barracas y Flores. La preocupación vecinal y las críticas han llevado a la presentación de nuevos pedidos de informes para esclarecer la situación.
Los módulos carcelarios están situados en:
– Chacarita: Comisaría 15 (Guzmán 396)
– Saavedra: Comisaría 12 (Ramallo 4398)
– Barracas: Comisaría 4D (California 1850)
En Flores, se prometió inicialmente instalar una nueva comisaría en la calle Membrillar al 800, debajo de la autopista, pero en su lugar se ha instalado una alcaidía sin finalizar, que actualmente alberga a más de 50 detenidos.
Los legisladores, como Matías Barroetaveña, han criticado severamente esta solución temporal. Barroetaveña ha señalado que los módulos son una “solución inhumana” y un “rechazo” por parte de los vecinos, subrayando que los detenidos están en condiciones precarias y que esta medida podría comprometer la seguridad del barrio. Además, ha cuestionado el impacto en el rol de los policías que ahora también tendrán que actuar como guardias de los detenidos.
Por su parte, la legisladora Claudia Neira también ha expresado su preocupación, especialmente en relación con el posible emplazamiento de una cárcel en el Parque Olímpico de Lugano. Neira ha cuestionado la idoneidad de ubicar una cárcel en un espacio destinado a actividades deportivas y recreativas para jóvenes.
Desde el Ministerio de Seguridad porteño, dirigido por Waldo Wolf, se ha argumentado que los módulos carcelarios son una solución provisional ante la saturación de detenidos en comisarías debido a dificultades en los traslados hacia el Servicio Penitenciario Federal. Según el ministerio, la mayoría de los detenidos tienen causas en la Justicia Nacional o Federal, y los módulos no serán permanentes. Se asegura que estos estarán en uso solo hasta que se pueda avanzar en la construcción de una Alcaidía Central en la zona sur de la Ciudad, lo que se considera una solución más definitiva.
Los vecinos de Flores han denunciado que el nuevo centro de inserción comunitaria en la calle Membrillar, en el cual se esperaba una comisaría, está siendo utilizado como una cárcel ilegal debido a la falta de finalización de las obras. Esta situación ha exacerbado las quejas y demandas de los residentes, que exigen una solución adecuada y segura para la ubicación y condiciones de las detenciones en sus barrios.Final del formulario