El boliche República Cromañón, escenario de una de las tragedias más devastadoras en la historia argentina, ha sido declarado monumento nacional mediante el Decreto 571/2023, publicado el 1 de noviembre en el Boletín Oficial. Además, el hostel adyacente al boliche también ha sido incluido en esta declaración. Esta medida implica que el Estado tomará posesión del espacio, desplazando a los actuales propietarios.
La declaración ha generado un gran entusiasmo entre organizaciones y sobrevivientes que han estado luchando por este reconocimiento. En redes sociales, se destacó el logro como un avance significativo en la preservación de la memoria de las víctimas y el reconocimiento del dolor sufrido.
– No nos Cuenten Cromañón en Instagram expresó: “Esta es una iniciativa más de sobrevivientes, familiares y amigxs impulsada hace más de 3 años que hoy da sus frutos. Esta declaratoria tiene un importante significado simbólico y concreto, tanto para las víctimas como para todo el pueblo argentino. Seguimos exigiendo la reglamentación de la ley de expropiación con la plena participación de las víctimas en la constitución del Espacio para la Memoria”.
– Coordinadora Cromañón celebró el avance, pero también demandó la reglamentación de la Ley de Expropiación votada en 2022, subrayando la importancia de la participación de las víctimas en la configuración del Espacio para la Memoria.
El decreto también establece la declaración como Lugar Histórico Nacional del “Paseo de los Pibes de Cromañón”, los murales artísticos alusivos y el “Santuario de Cromañón”, situado entre las calles Bartolomé Mitre, Jean Jaurès y Ecuador. Este espacio se describe como un lugar de significativa carga simbólica y un hito importante para la memoria de las víctimas, destacando el impacto del arte popular en la conmemoración del evento.
Además, la Colección Cromañón en el Archivo Nacional de la Memoria (ex-ESMA) ha sido declarada Bien de Interés Histórico Nacional, dado que representa un testimonio crucial del trauma histórico del país.
El incendio en el boliche República Cromañón ocurrió la noche del 30 de diciembre de 2004, durante un recital de Callejeros. Una bengala encendida por un asistente encendió el techo del local, causando un feroz incendio y una densa nube de humo que llevó a la muerte de 194 personas y dejó a 4.500 sobrevivientes con secuelas físicas y psicológicas.
El evento desencadenó una compleja serie de juicios que resultaron en la condena de 21 de las 26 personas juzgadas por sus responsabilidades en la tragedia.
La declaración de República Cromañón como monumento nacional establece un precedente importante para la preservación de sitios relacionados con tragedias. Un ejemplo similar es el supermercado paraguayo Ycuá Bolaños, que también se está transformando en un sitio de memoria para las víctimas de una tragedia ocurrida el 1 de agosto del mismo año.
El decreto busca asegurar que la memoria de las víctimas de Cromañón sea preservada de manera digna, reconociendo tanto el impacto de la tragedia en el país como la importancia de recordar y aprender de estos eventos dolorosos.