Estudiantes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) han presentado un amparo ante la Justicia porteña para solicitar la suspensión de las obras en la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria-Costanera Norte, las cuales están siendo ejecutadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El amparo, que recayó en el juzgado en lo Contencioso, Administrativo y Tributario 9 a cargo de la jueza Andrea Danas, busca frenar la construcción de dos locales de gastronomía en la reserva, alegando que estas obras causarían un “daño ambiental” significativo.
La acción legal está impulsada por estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y cuenta con el apoyo de la “Fundación Ciudad”. El pedido solicita, de manera cautelar, la suspensión de todas las actividades de construcción y cualquier medida que pueda afectar la integridad ecológica y la biodiversidad de la Reserva.
El amparo invoca derechos colectivos bajo el artículo 14 de la Constitución porteña y argumenta que las obras están generando un daño ambiental actual e inminente que sería de imposible reparación en el futuro. Además, la medida requiere que se obligue al Gobierno de la Ciudad a cumplir estrictamente con las normativas nacionales y locales que exigen un procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental para cualquier intervención en áreas protegidas.
La Reserva Ecológica Ciudad Universitaria-Costanera Norte, creada por ley en 2012, se encuentra en la ribera del Río de la Plata, entre la desembocadura del arroyo White y el Parque de la Memoria. Esta área protegida, ubicada sobre terrenos ganados al río, alberga más de 800 especies de seres vivos, incluyendo alrededor de 500 especies de animales y el resto de plantas.
La preservación de la Reserva está regulada por un “Plan de Gestión” que establece su protección y desarrollo entre 2021 y 2031, en colaboración entre la UBA y el Gobierno porteño. Este plan incluye la creación de instalaciones para apoyar la educación ambiental y la apreciación de los valores de la Reserva, tales como señalética, una bicisenda, y un centro de interpretación.
Sin embargo, los estudiantes y la Fundación Ciudad han expresado su preocupación por las nuevas construcciones propuestas, que incluyen áreas de servicios y locales de gastronomía, argumentando que estas no están en línea con el objetivo de preservación y podrían comprometer el equilibrio ecológico del área protegida.