13 agosto, 2025

Desalojo en Palermo: tras más de dos décadas, la Ciudad recupera el predio detrás del Mercado de Bonpland.

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En una jornada marcada por un operativo de amplio alcance, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires llevó adelante el desalojo de un predio ocupado ilegalmente durante más de 20 años por organizaciones sociales vinculadas al movimiento La Dignidad, liderado por el dirigente Juan Grabois. La acción, que se desplegó con el apoyo de la Policía de la Ciudad y diversas áreas del Ejecutivo porteño, tuvo lugar detrás del histórico Mercado de Bonpland, en el corazón del barrio de Palermo.

Con esta medida, la administración de Jorge Macri pone fin a una ocupación prolongada que, según denuncias de vecinos y comerciantes, generaba inseguridad, desorden urbano y actividades irregulares en una zona de alto valor comercial y cultural. El desalojo representa, además, uno de los 376 operativos de recuperación de espacios públicos que el Gobierno de la Ciudad ha realizado en los últimos años, consolidando así su política de ordenamiento territorial y recuperación del uso legal del suelo urbano.

Más de 20 años de ocupación: de comedor comunitario a eventos clandestinos

El terreno en cuestión, situado en Bonpland 1660, había sido cedido en el año 2001 bajo un permiso precario para el funcionamiento de un comedor comunitario destinado a personas en situación de vulnerabilidad. Con el paso del tiempo, sin embargo, ese objetivo original fue completamente desvirtuado. El espacio comenzó a ser utilizado para actividades no autorizadas, incluyendo el alquiler informal para fiestas, eventos sociales, bailes y otras iniciativas privadas que no contaban con ningún tipo de habilitación ni control estatal.

Según informes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, las denuncias por ruidos molestos, desórdenes nocturnos y ocupación indebida del espacio público se fueron acumulando durante años. Vecinos del área —particularmente aquellos que residen en las inmediaciones del Mercado de Bonpland, uno de los polos gastronómicos más reconocidos de Palermo— reclamaban desde hace tiempo una solución definitiva.

La ocupación irregular generaba un verdadero foco de conflicto, no solo por el uso indebido del predio, sino por el impacto negativo sobre la actividad comercial, la vida vecinal y la seguridad del barrio”, señalaron desde la Junta Comunal 14, que acompañó el operativo.

Un operativo coordinado con múltiples áreas del Gobierno

El desalojo se llevó a cabo en horas de la mañana del martes 12 de agosto y contó con un fuerte despliegue de fuerzas de seguridad, acompañadas por personal del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, la Agencia Gubernamental de Control (AGC), el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, y la Secretaría de Transporte y Obras Públicas, entre otras áreas.

Durante el procedimiento, se detuvo a un empleado del predio sobre quien pesaba una orden de captura vigente, lo que suma otro elemento al contexto de irregularidades que rodeaba el lugar. Las autoridades indicaron que el proceso se desarrolló sin incidentes graves y que las pertenencias de los ocupantes fueron retiradas bajo supervisión, con respeto a los protocolos vigentes.

“No podemos permitir que el espacio público sea tomado y utilizado como moneda de cambio política o con fines personales. El compromiso del Gobierno es con los vecinos que cumplen con la ley y exigen orden, seguridad y transparencia”, afirmó el jefe de Gobierno, Jorge Macri, al anunciar el fin de la ocupación.

Irregularidades administrativas y contratos opacos

Uno de los elementos que precipitó el accionar del Gobierno porteño fue la detección, en 2022, de un contrato de comodato entre sub organizaciones del movimiento La Dignidad, que no contaba con ningún tipo de validación legal ni administrativa por parte de la Ciudad. Esta maniobra, según explicaron desde la Subsecretaría Legal y Técnica, dejaba en evidencia el uso indebido del inmueble y la existencia de una estructura paralela que operaba fuera del marco normativo.

“Durante más de dos décadas se sostuvo una ocupación sin base legal, con privilegios que no estaban disponibles para otras organizaciones sociales. Esto no solo es injusto, sino que va en contra de la transparencia en la gestión de los recursos públicos”, agregaron fuentes del Ejecutivo.

El Gobierno también confirmó que el predio no contaba con habilitaciones básicas de seguridad, higiene ni infraestructura adecuada, lo que lo convertía en un espacio riesgoso tanto para quienes lo usaban como para los vecinos circundantes.

Fin de subsidios irregulares y reestructuración del sistema de reciclado

Este desalojo no fue una acción aislada, sino que se enmarca dentro de un plan más amplio de reordenamiento urbano y control de fondos públicos. En paralelo con la recuperación del predio, la Ciudad decidió cancelar los subsidios al transporte diario de más de 3.000 cartoneros provenientes del conurbano bonaerense, muchos de los cuales estaban vinculados a las mismas cooperativas que operaban desde el espacio desalojado.

Estos subsidios, que ascendían a casi 6.000 millones de pesos anuales, eran utilizados para el traslado de trabajadores que cumplían funciones de reciclado en condiciones irregulares. A partir de ahora, el sistema será bancarizado, con control biométrico de asistencia y sin intermediarios, buscando garantizar un trato equitativo para todos los recuperadores urbanos registrados.

“El objetivo es claro: terminar con los privilegios, garantizar condiciones igualitarias y asegurar que el esfuerzo del Estado llegue a quienes realmente lo necesitan”, expresó Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana.

Qué pasará ahora con el predio recuperado

Desde el Ministerio de Desarrollo Urbano adelantaron que el terreno recuperado será evaluado para futuras iniciativas de uso público, comunitario o educativo, siempre bajo el marco de la ley. Aunque aún no se ha definido el destino definitivo, los vecinos y comerciantes esperan que se transforme en un espacio seguro, abierto y funcional, que contribuya al desarrollo armónico del barrio.

“Esperamos que la zona recupere la tranquilidad que merece. Durante años convivimos con desorden, ruido y situaciones irregulares. Ahora vemos con esperanza este cambio”, manifestó Patricia, vecina de la calle Bonpland.

El caso del predio detrás del Mercado de Bonpland sienta un precedente importante en la política del actual gobierno porteño, que ha comenzado a endurecer sus acciones frente a la ocupación ilegal de terrenos públicos, especialmente en zonas de alto valor urbano.

Conclusión: orden, legalidad y espacio público

El desalojo en Palermo no es solo la clausura de una ocupación de dos décadas; es también un símbolo del rumbo que busca tomar la administración porteña: priorizar la legalidad, evitar los privilegios discrecionales y devolver los espacios públicos a sus legítimos usuarios.

En una ciudad densamente poblada, con demandas crecientes de espacio verde, servicios sociales y seguridad urbana, la gestión del suelo público no puede quedar librada al uso arbitrario. La recuperación del predio es, en este contexto, un paso más hacia una Buenos Aires más ordenada, transparente e inclusiva.

Desde Delidiet, seguiremos atentos al destino de este espacio, que ya no será sinónimo de conflictos, sino de nuevas oportunidades para la comunidad.

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