Misa, proyecciones y charla en homenaje a «Los Pibes de Floresta», a 23 años de su asesinato.

El 29 de diciembre de 2024 se conmemora un nuevo aniversario de la trágica madrugada en la que Maximiliano Tasca, Cristian Gómez y Adrián Matassa fueron asesinados por el ex suboficial de la Policía Federal, Juan de Dios Velaztiqui. El hecho ocurrió cuando este se encontraba trabajando como custodio en la estación de servicio ubicada en la intersección de Gaona y Bahía Blanca. Como todos los años, el barrio de Floresta organiza una serie de homenajes para recordar a los tres jóvenes, que incluyen una misa y la proyección de trabajos audiovisuales realizados por estudiantes del instituto secundario Juan B. Justo.
Desde hace 22 años, cada 29 de diciembre, Floresta despliega su memoria a través de estos homenajes, que, en esta ocasión, comenzarán a las 19:00 con la tradicional misa en la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, ubicada en Bahía Blanca 363. Posteriormente, a las 20:30, el homenaje se trasladará al Corralón de Floresta, en Avenida Gaona 4660, donde la Asamblea de Floresta organiza, como es habitual, diversas actividades. Este año, se proyectarán trabajos audiovisuales elaborados por los alumnos del instituto Juan B. Justo, en el marco del programa Jóvenes y Memoria.
En sus redes sociales, Silvia Irigaray, mamá de Maxi Tasca, expresó: “¡Gratitud permanente! Unos días después de Navidad, la generosidad de un barrio nos abrazó y lo sigue haciendo”. Su mensaje refleja el profundo apoyo de la comunidad, que desde aquel fatídico día ha estado junto a las familias de los jóvenes caídos.
Maxi, Adrián y Cristian, presentes en el barrio
El 29 de diciembre de 2001 se vivían tiempos difíciles en la Argentina. El país atravesaba una crisis social y económica devastadora, con miles de personas movilizándose en las calles para exigir el fin de las políticas de hambre y desocupación que habían marcado la década del 90. El presidente Fernando de la Rúa había renunciado tras enfrentar una profunda crisis política, con más de 30 muertes a causa de la represión policial. La sociedad vivía su propia angustia, mientras las cacerolas resonaban por toda la nación como una expresión de desesperación y protesta.
En ese contexto de tensiones y demandas populares, Maximiliano Tasca, Cristian Gómez y Adrián Matassa se encontraban en las inmediaciones de la estación de servicio mencionada, comentando las imágenes de represión policial que llegaban desde distintos puntos del país. Fue entonces cuando, tras un comentario de uno de los jóvenes, Velaztiqui, quien en ese momento estaba armado, reaccionó de forma desmesurada, disparando a quemarropa.
Maximiliano y Cristian murieron en el acto, mientras que Adrián, gravemente herido, perdió la vida horas después en el Hospital Álvarez. Enrique Díaz fue el único que logró escapar con vida. Los testigos denunciaron que Velaztiqui intentó montar una escena de robo para justificar su accionar, en complicidad con los agentes de la comisaría 43, quienes intentaron cubrir el crimen.
Un crimen que movilizó a todo un barrio
El asesinato generó una inmediata reacción en el barrio, con familiares, vecinos y organizaciones sociales exigiendo justicia. A lo largo de las semanas siguientes, se realizaron marchas y manifestaciones, pidiendo la condena de Velaztiqui y la investigación de los policías involucrados, que en un primer momento intentaron avalar la versión del ex policía. A pesar de la presión social, solo Velaztiqui fue condenado a prisión perpetua por triple homicidio agravado por alevosía en marzo de 2003. Sin embargo, se rechazó el pedido de la fiscalía de investigar las responsabilidades de los oficiales de la comisaría 43.
En 2012, en un giro polémico, Velaztiqui obtuvo el beneficio de arresto domiciliario debido a su edad (72 años), lo que desató el repudio de los familiares y organismos de Derechos Humanos, quienes denunciaron la impunidad de la que gozó el ex policía.
Hoy, la figura de Maxi, Cristian y Adrián se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia institucional. Cada año, el barrio recuerda a los tres jóvenes con festivales, murales y homenajes que reafirman el compromiso de toda la comunidad por mantener viva su memoria y seguir luchando por justicia.
La comunidad de Floresta, que ha estado al lado de las familias durante más de dos décadas, continúa abriendo espacios de reflexión y memoria. Los homenajes, organizados cada año con renovada energía, son una muestra de la resistencia del barrio frente a la violencia estatal y el reclamo por justicia que sigue vigente.
El legado de lucha y memoria
El 29 de diciembre es una fecha que, para muchos vecinos de Floresta, representa más que un simple aniversario: es un recordatorio del compromiso con la memoria, la justicia y la verdad. Cada misa, cada proyección, cada mural y cada abrazo de solidaridad son el reflejo de un barrio que, a pesar del dolor, sigue luchando para que la tragedia no quede en el olvido. Así, año tras año, la memoria de Maxi, Adrián y Cristian se fortalece y se renueva, reafirmando que el recuerdo de estos jóvenes es una batalla permanente por la justicia y la dignidad.