15 agosto, 2025

Más de 60 mil personas vibraron con el festival góspel en el corazón de la Ciudad

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La segunda edición de Experiencia Góspel convocó a más de 60 mil vecinos y turistas que se reunieron en plena Avenida Diagonal Norte para celebrar la música espiritual cristiana y una diversidad cultural única, en un evento que ya se posiciona como una de las propuestas artísticas más importantes de Buenos Aires.

El sábado 16 de noviembre de 2024, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue el escenario de uno de los festivales góspel más multitudinarios y emblemáticos de Latinoamérica. Desde primeras horas de la tarde y hasta entrada la noche, la Avenida Diagonal Norte, entre el icónico Obelisco y la Plaza de Mayo, se transformó en un gran corredor cultural de cinco cuadras, donde más de 2.000 artistas se desplegaron en varios escenarios y espacios interactivos, ofreciendo una experiencia integral y plural.


Un festival que celebra raíces, fe y cultura

El góspel, género musical nacido en las iglesias afroamericanas de Estados Unidos durante el siglo XIX, es mucho más que una expresión artística: representa siglos de historia, resistencia y esperanza. Su nombre proviene del inglés “godspell”, que significa “palabra de Dios”, y está vinculado a los cantos espirituales que acompañaron a la comunidad negra en tiempos de esclavitud, cuando la música se convirtió en un refugio y una herramienta de lucha. Hoy, el góspel trasciende fronteras y lenguajes, llegando a audiencias globales y adoptando múltiples formas, desde los tradicionales coros hasta la fusión con géneros contemporáneos.

Experiencia Góspel se ha convertido en una plataforma fundamental para visibilizar y difundir esta cultura en Buenos Aires, acercando tanto a creyentes como a público general a la riqueza de una tradición espiritual y musical que enriquece la identidad porteña y argentina.


Una convocatoria multitudinaria y diversa

La jornada contó con una presencia masiva, superando las expectativas de los organizadores. Más de 60 mil personas se congregaron para disfrutar de la variedad de propuestas artísticas y culturales, que incluyeron coros de góspel, espectáculos de danza contemporánea y tradicional, recitales de teatro, recitales de poesía, muestras plásticas, intervenciones artísticas y encuentros con influencers vinculados a la cultura urbana y religiosa.

El Escenario Central, ubicado sobre la Avenida 9 de Julio, fue el punto culminante del festival, donde más de 100 intérpretes ofrecieron presentaciones simultáneas, fusionando voces, instrumentos y estilos. El espectáculo fue una demostración de la potencia colectiva de la música góspel, capaz de convocar a públicos de todas las edades, credos y orígenes.


Presencia oficial y respaldo institucional

El Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, participó activamente del evento y subrayó la importancia del festival en la escena cultural de la Ciudad: “La Ciudad crece en su diversidad cultural. Hace unos días disfrutamos con una multitud la Noche de los Museos, y hoy vivimos esta experiencia única que nos enorgullece, porque refleja la riqueza de una identidad que trabajamos día a día para consolidar.”

Acompañándolo estuvo el ministro de Desarrollo Humano y Hábitat, Gabriel Mraida, quien destacó: “Como cada año, Experiencia Góspel es una tradición para la comunidad evangélica y para toda la Ciudad. Mostrar la fe a través de la cultura y la música es una forma hermosa de encontrarnos y reconocernos como sociedad plural.”


Más que música: una experiencia cultural completa

El festival no se limitó a los conciertos y coros. Los asistentes pudieron disfrutar de una oferta gastronómica a través de una variada red de foodtrucks que ofrecían desde platos tradicionales hasta opciones veganas y saludables, reflejando la diversidad cultural y los nuevos hábitos alimenticios.

Para las familias, se diseñaron actividades especialmente pensadas para los niños. El espectáculo infantil BIPER combinó música, teatro, danza y pintura en vivo, generando espacios de aprendizaje y entretenimiento que cautivaron a los más pequeños. Además, 30 artistas plásticos exhibieron sus obras en una muestra itinerante que recorrió diferentes puntos del festival, despertando el interés y la reflexión sobre la espiritualidad y el arte contemporáneo.


La Plaza de la República: otro epicentro del evento

En paralelo a las actividades de Diagonal Norte, la Plaza de la República —a los pies del Obelisco— se convirtió en otro foco de atracción, donde la Universidad Evangélica organizó flashmobs y presentaciones de coros que sorprendieron a los transeúntes. Estas intervenciones artísticas espontáneas fortalecieron la atmósfera festiva y permitieron un contacto más directo con la comunidad.

El pastor Osvaldo Carnival, fundador de la Iglesia Catedral de la Fe y creador de Experiencia Góspel, participó activamente del festival, reafirmando su compromiso con la promoción de la música góspel como un vehículo de unión, identidad y crecimiento cultural. “Nuestro objetivo es que este evento sea una plataforma para que todos, creyentes o no, puedan disfrutar y entender la riqueza de esta tradición que nos une y nos fortalece”, expresó Carnival.


Un festival con proyección internacional

Experiencia Góspel no solo fortalece la cultura local sino que también posiciona a Buenos Aires como un referente en la difusión de la música góspel en Latinoamérica. La gran convocatoria y la calidad artística de los shows han despertado interés en otras ciudades y países, que ven en este festival un modelo para replicar.

La combinación de elementos tradicionales y modernos, el cruce con otras expresiones culturales y el compromiso social hacen que este evento sea un punto de encuentro para distintos públicos y una plataforma para la innovación cultural y espiritual.


Impacto social y cultural

Más allá del disfrute musical, el festival tiene un fuerte impacto en la cohesión social, la inclusión y la promoción de valores positivos en la sociedad. El góspel, con su mensaje de esperanza, paz y fraternidad, ofrece un espacio para la reflexión y el encuentro entre diferentes comunidades.

En un contexto donde la diversidad religiosa y cultural es cada vez más valorada, eventos como Experiencia Góspel contribuyen a derribar prejuicios y promover el respeto mutuo, generando un ambiente de celebración colectiva.


La música que une

La segunda edición de Experiencia Góspel confirmó que la música puede ser un puente entre mundos y generaciones. Con más de 2.000 artistas en escena, una oferta cultural integral y un público que superó las 60 mil personas, el festival se consolida como una de las celebraciones más significativas del calendario porteño, donde la fe, la cultura y la comunidad se encuentran para vibrar al unísono.

El desafío ahora es seguir creciendo, fortaleciendo la diversidad y manteniendo viva la llama de una tradición que, desde sus raíces, sigue iluminando corazones y uniendo a miles.

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