El Gobierno concluyó la limpieza de los túneles del Arroyo Maldonado.

El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana finalizó recientemente el operativo de limpieza en los dos túneles aliviadores del Arroyo Maldonado, emprendimiento clave para mejorar el drenaje pluvial en la Ciudad. Este trabajo fue ejecutado mediante un despliegue técnico compuesto por 15 operarios especializados, además del despliegue de mini retroexcavadoras y grúas, con el objetivo de asegurar un funcionamiento óptimo de estas infraestructuras esenciales para prevenir inundaciones.
El ministro Ignacio Baistrocchi subrayó que “el correcto desempeño de ambos túneles multiplica por tres la capacidad de conducir agua hacia el Río de la Plata. Esta es una obra vital para los porteños y día a día trabajamos para mantenerla en condiciones superiores”. Estas acciones forman parte de una agenda continua de mantenimiento destinada a reforzar la resistencia de Buenos Aires frente a eventos climáticos extremos.
Las labores se desarrollaron en dos etapas: primero se intervino el “Túnel Corto”, que se extiende por 4,7 km y admite hasta 170.000 m³ de agua. Luego, se abordó el “Túnel Largo”, de 9,6 km y capacidad para contener hasta 360.000 m³. Ambas estructuras llegan a los 35 metros de profundidad y 6,9 metros de diámetro.
Los trabajos se llevaron adelante a comienzos de septiembre y representan la primera limpieza completa desde 2022. Para facilitar el procedimiento, se procedió al cierre temporal de las compuertas, apuntando a desvincular las cámaras de los túneles del cuerpo principal del arroyo. El agua fue retirada con bombas hasta niveles mínimos, así el equipo técnico pudo ingresar y remover los sedimentos acumulados. Una vez concluido el operativo, se reabrieron las compuertas y se restituyó la dinámica hídrica normal.
Se retiró una gran cantidad de residuos, que incluían desde botellas PET, bolsas plásticas, escombros hasta partes de mobiliario. Gran parte de esta basura llega al sistema pluvial a través de los sumideros urbanos y, de acumularse, compromete el funcionamiento del drenaje y eleva el riesgo de inundación.
El Arroyo Maldonado, que nace en la provincia de Buenos Aires y atraviesa gran parte del territorio porteño —bajo la avenida Juan B. Justo en once barrios—, desemboca finalmente en el Río de la Plata. Los túneles aliviadores se construyeron durante la gestión de Mauricio Macri en la jefatura ejecutiva (2007–2015), con el propósito de reforzar la capacidad pluvial y reducir los impactos de precipitaciones intensas.
Por su parte, Carlos Frugoni, presidente de AUSA, destacó el vínculo entre esta infraestructura y la movilidad urbana: “Trabajamos para que nuestras autopistas sean cada vez más seguras y fluidas, garantizando la mejor experiencia para quienes las transitan a diario”. Esta declaración resalta la relevancia del mantenimiento como pilar de una movilidad sustentable.
Vale recordar que, el 18 de septiembre, también se terminó de limpiar el segundo emisario del Arroyo Vega, otra pieza estratégica del drenaje pluvial, mediante la extracción de más de 1.000 m³ de sedimentos acumulados desde abril. Este tramo de 8,4 km—con un diámetro inicial de 2,30 m—que atraviesa desde Villa Pueyrredón hasta la Costanera Norte, es vital para prevenir anegamientos en el norte de la Ciudad, beneficiando a más de 315.000 residentes.
Este operativo forma parte de una política más amplia destinada a modernizar y conservar la red de drenaje urbano, luciendo crucial frente a las crecientes amenazas del cambio climático. La inversión sostenida en infraestructura pluvial representa un compromiso firme en pos de la seguridad y calidad de vida de los vecinos porteños.