El lunes 29 de julio se conmemoran 24 años del fallecimiento del Dr. René Favaloro. Su deceso, que sorprendió tanto a los argentinos como al resto del mundo, causó una profunda conmoción al revelarse que el reconocido médico, conocido por su invento del Bypass que había salvado tantas vidas, decidió acabar con la suya disparándose directamente al corazón.
La cirugía de bypass aortocoronario, también conocida como revascularización miocárdica, marca un hito en el tratamiento de la enfermedad coronaria. Se calcula que desde 1967 hasta la fecha, más de 55 millones de personas se han beneficiado de esta técnica innovadora desarrollada por el estimado Dr. Favaloro.
René Gerónimo Favaloro nació el 12 de julio de 1923 en una modesta vivienda del barrio “El Mondongo” en La Plata. A solo una cuadra se encontraba el Hospital Policlínico, presagiando un destino que no tardó en cumplirse. Con apenas cuatro años, Favaloro empezó a expresar su deseo de convertirse en “doctor”.
Quizás esta inclinación se debiera a que, ocasionalmente, pasaba unos días en la casa de su tío médico, donde tuvo la oportunidad de observar de cerca el trabajo en el consultorio y durante las visitas domiciliarias; o tal vez simplemente poseía una vocación de servicio característica de la profesión médica, que lo llevó a enamorarse de la cirugía torácica.
Su contribución no fue un hecho fortuito, sino el fruto de un profundo conocimiento de su especialidad, de innumerables horas de investigación y de un arduo esfuerzo. Favaloro solía afirmar que su aportación no era individual, sino el resultado del trabajo en equipo, cuyo principal objetivo era el bienestar del paciente.
En 1992, se fundó en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, una organización sin fines de lucro. Bajo el lema “tecnología de vanguardia al servicio del humanismo médico”, la institución ofrece servicios altamente especializados en cardiología, cirugía cardiovascular y trasplantes de corazón, pulmón, cardiopulmonar, hígado, riñón y médula ósea, entre otras áreas. Favaloro dedicó allí su labor, acompañado de un equipo selecto de profesionales.
De acuerdo con datos de la Fundación Favaloro, actualmente se llevan a cabo entre 600.000 y 700.000 cirugías de este tipo al año solo en Estados Unidos.
Durante la crisis del año 2000, el PAMI acumuló una significativa deuda con su fundación, lo que le causó una profunda depresión. El 29 de julio de 2000, tras redactar una carta al presidente De la Rúa, Favaloro decidió terminar con su vida disparándose en el corazón. En ese momento, Argentina estaba inmersa en una crisis económica y política. La Fundación Favaloro se encontraba en una situación complicada, siendo acreedora de importantes deudas del PAMI y otras obras sociales, además de estar endeudada en aproximadamente 18 millones de dólares. A pesar de que Favaloro solicitó asistencia al gobierno argentino, no recibió respuesta oficial.
El 29 de julio del año 2000, Favaloro , dentro del baño de su casa, se pego un disparo en el corazón.
Se encontraron en su departamento, siete cartas. En una de ellas, dirigida a las “autoridades correspondientes”, dejaba en evidencia que había decidido acabar con su vida y detallaba que la crisis económica que atravesaba la Fundación Favaloro había sido el factor decisivo para su elección. En dicha carta, afirmaba que su muerte era esencial para que la sociedad argentina se percatara de los problemas que enfrentaba. Favaloro expresaba su agotamiento por “ser un mendigo en su propio país”, tras los numerosos reclamos dirigidos al entonces presidente Fernando de la Rúa, en los que pedía, entre otras cosas, el pago de las significativas deudas que varias obras sociales mantenían con su fundación, destacando especialmente la deuda con el PAMI.