YPF se ha unido a esta iniciativa al instalar un “árbol líquido” en la estación de servicio ubicada en la avenida Figueroa Alcorta y Juramento. En las últimas semanas, un nuevo integrante de la Ciudad de Buenos Aires se ha vuelto viral en las redes sociales. Situado en el barrio de Belgrano, se ha presentado el primer árbol líquido cuyo propósito es purificar el aire, eliminando la contaminación de automóviles y fábricas en las áreas urbanas densamente pobladas.
El proyecto original, denominado Liquid 3, fue creado por la Universidad de Belgrado, en Serbia. Este diseño se basa en un concepto de sostenibilidad alternativa para entornos urbanos que enfrentan limitaciones de espacio debido a las grandes construcciones y, a la vez, son una fuente significativa de contaminación. Estos fotobiorreactores urbanos utilizan la capacidad de microalgas para absorber CO2 y generar oxígeno y biomasa. Según los especialistas, son de 10 a 50 veces más eficaces que un árbol. Cada unidad de árbol líquido “equivale aproximadamente a 20 árboles forestales jóvenes en su capacidad de purificar el aire”, según lo declarado por el dispositivo conocido como Y-Algae, desarrollado en colaboración con la empresa Y-TEC e Inbiotec-Conicet.
Una parte del módulo se renueva periódicamente, y las microalgas utilizadas, tras su vida útil, se emplean para fertilizar la tierra. Este sistema biotecnológico puede reemplazar a un árbol o a 200 metros cuadrados de césped, según indican sus creadores serbios.
En las redes sociales, la nueva tecnología ha generado tanto sorpresa como críticas intensas de algunos sectores ambientalistas. Las críticas se centran en que, en las ciudades, la plantación de árboles adicionales no es factible. Se argumenta que la construcción del fotobiorreactor requiere materiales como vidrio, acero, paneles solares y baterías, todos no renovables.
Además, el dispositivo necesita energía para funcionar, una bomba para inyectar aire con alto contenido de CO2 en el agua, y un mantenimiento periódico para renovar las algas muertas y los nutrientes del medio de cultivo, así como para limpiar los biorreactores.