El domingo 10 de diciembre se celebra el centenario del nacimiento del célebre arquitecto Clorindo Testa, quien nació en Nápoles, Italia. Era hijo de Giovanni Andrea Testa, un médico italiano que se estableció en Argentina, y de Esther Manuela García, argentina.
La familia se mudó a Buenos Aires poco después del nacimiento de Clorindo y se asentó en el barrio de Recoleta. Realizó sus estudios primarios en la Escuela Montessori y el Colegio Italiano, y completó el secundario en el Colegio Marista Champagnat.
Tras una breve y poco fructífera incursión en Ingeniería Naval e Ingeniería Civil, descubrió su verdadera vocación en la Arquitectura, graduándose en 1947 de la Universidad de Buenos Aires. Al año siguiente, ganó una beca para un viaje de estudios por Europa, que inicialmente iba a durar tres meses, pero se prolongó a dos años.
Al regresar, se unió a la Oficina del Plan Regulador de Buenos Aires, una entidad municipal inspirada en las ideas de Le Corbusier, el único arquitecto que Testa reconoció como una influencia significativa en su pensamiento arquitectónico.
En 1951, Testa participó en la Dirección de Urbanismo de la Municipalidad de Buenos Aires. Ese mismo año, junto a Boris Dabinovic, Augusto Gaido y Francisco Rossi, ganó el concurso para construir la sede de la Cámara Argentina de la Construcción, su primera obra realizada.
Durante su estadía en Europa, conoció a Frans van Riel, su primer galerista, en Madrid. Van Riel lo invitó a exponer en su galería a su regreso a Buenos Aires, y en 1952, Testa realizó su primera exposición individual en esa galería.
Clorindo se casó con Teresa Bortagaray en 1962 y pasó su luna de miel en la India y varios países europeos. Continuó viajando regularmente para visitar a familiares y amigos. En 1969, nació su hija Joaquina.
A lo largo de su carrera, Testa dejó una huella significativa con sus diseños de edificios públicos y privados, caracterizados por el uso de hormigón, colores primarios y formas puras. Entre sus obras más destacadas se encuentran el Banco de Londres y América del Sud (actualmente Banco Hipotecario) y la Biblioteca Nacional, ambas consideradas ejemplos emblemáticos de la arquitectura brutalista en la región.
En las décadas siguientes, diseñó proyectos como el Hospital Naval Central, donde se refleja su pasión por la navegación, y otros edificios icónicos en el paisaje urbano de Buenos Aires, como el Paseo del Pilar (hoy Buenos Aires Design), el auditorio del centro budista Soka Gakkai y el Museo del Libro.
Además de su labor arquitectónica, Testa dedicó parte de su actividad a la construcción de viviendas particulares, tanto dentro como fuera de la capital, manteniendo un estilo único e identificable.
En 1957, se unió al Grupo de los Siete Pintores Abstractos, posteriormente vinculados a la Revista Boa, y desde 1958, colaboró con el Grupo de los Cinco. En 1975, fue miembro activo del Grupo de los 13 en el CAyC (Centro de Arte y Comunicación), con quienes expuso regularmente hasta 1994. Desde entonces, continuó exhibiendo asiduamente en galerías y museos nacionales e internacionales, en exposiciones individuales y colectivas, así como en bienales. Entre sus series más destacadas se encuentran Composiciones en Blanco y Negro, La Peste en Ceppaloni, Mediciones, Gritos, Manzanas de Buenos Aires y Cuadrículas.
El arquitecto y artista, nacido hace un siglo y fallecido hace una década, es homenajeado en Buenos Aires con diversas actividades y eventos organizados por la fundación que lleva su nombre, incluyendo exposiciones en la Fundación Andreani, la Colección Amalita y la Torre Macro, donde se presentó una biografía ilustrada para niños con entrada gratuita.