Los vecinos de Recoleta han denunciado el inicio de la demolición de la fachada de la casa que perteneció al coleccionista de arte Federico Klemm, lo que llevó al Gobierno porteño a clausurar parcialmente la obra.
Se trata de una vivienda de estilo neohispánico, protegida por su valor patrimonial, ya que formó parte de la fundación del fallecido artista y coleccionista. La Dirección General de Fiscalización y Control de Obras tomó esta medida tras una inspección en la obra ubicada en French 2825, a raíz de una denuncia presentada por un grupo de residentes ante el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires por la “falta de conservación o mantenimiento de la fachada o el balcón”.
“Si hacen las cosas bien, deben informar y mostrar lo que van a hacer. Es fundamental conservar la parte histórica, arquitectónica y cultural de la casa”, afirmó una de las vecinas denunciante.
Según la normativa porteña, la fachada de la vivienda no puede ser alterada bajo ningún concepto, dado que cuenta con protección cautelar al ubicarse en un Área de Protección Histórica. Sin embargo, esta restricción no se aplica al interior del inmueble, que data de 1940.
Fuentes del Gobierno de la Ciudad confirmaron que la Agencia Gubernamental de Control recibió la denuncia de los vecinos, y una inspección constató que “la fachada estaba afectada”. Posteriormente, se impuso una multa a la constructora y se emitió una clausura en relación con los trabajos en la fachada, aunque las tareas en el interior del edificio pueden continuar.
Gabriel Mayo, responsable del desarrollo inmobiliario, explicó que el proyecto cumple con los protocolos de preservación y conservación, y aseguró que se prevé mantener la fachada. Para ello, se ha contratado a una empresa especializada para realizar reparaciones en algunas molduras del frente.
“Vamos a conservar la fachada y los primeros cinco metros, donde se encuentra un hall principal y una escalera”, declaró sobre el emprendimiento, que avanzará en el resto del inmueble para construir varias plantas que igualen la altura de los edificios colindantes, y que albergará a una “familia muy numerosa”.
Según los vecinos, la casa fue adquirida por un empresario farmacéutico después de haber estado abandonada y tapiada durante años.