14 agosto, 2025
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El 1º de mayo se estableció como el Día Internacional del Trabajador en recuerdo de la violenta represión que sufrieron los trabajadores de la fábrica McCormick durante los días de abril y mayo de 1886, en Chicago.

En aquel tiempo, la jornada laboral en Estados Unidos podía extenderse hasta 18 horas. En Chicago, la “Noble Order of the Knights of Labor” (Noble Orden de los Caballeros del Trabajo) agrupaba a la mayoría de los asalariados y lideraba una intensa campaña para limitar la jornada laboral a 8 horas. Este justo reclamo encontró una feroz oposición por parte del sector empresarial, lo que llevó a los obreros de Chicago a declarar una huelga. La protesta, que recibió el apoyo de más de cinco mil trabajadores en todo el país, finalmente hizo ceder al sector patronal.

Sin embargo, los propietarios de McCormick rechazaron el cambio, lo que provocó que sus empleados expresaran su descontento de manera visible en los alrededores de la fábrica. Para sofocar la protesta, la empresa solicitó la intervención de la policía. El 1º de mayo, las fuerzas represoras atacaron a balazos a los manifestantes, resultando en numerosos muertos y heridos. A pesar de la brutal represión, los obreros continuaron sus protestas el 2 y el 3 de mayo en el mismo lugar, y en ambas ocasiones fueron nuevamente atacados violentamente, causando más bajas.

El 4 de mayo, los trabajadores se reunieron nuevamente y sufrieron la violencia de la policía montada. Como la resistencia continuaba, los uniformados abrieron fuego intenso, causando numerosas muertes. En medio del caos, estalló una bomba, presuntamente arrojada contra las fuerzas represivas. Este evento, conocido como el “atentado de Haymarket”, llevó al juicio de seis obreros, los “Mártires de Chicago”, cuya culpabilidad nunca fue comprobada. Los acusados eran Spies, Parsons, Engel, Fischer, Fielden y Schwab; cuatro de ellos fueron condenados a muerte y los otros dos a trabajos forzados de por vida.

La repercusión global de estos hechos generó una ola de indignación que unió a fuerzas dispersas luchando por los mismos ideales que los trabajadores estadounidenses. Treinta y tres años después, en 1919, la primera conferencia de la OIT, recién constituida, propuso la adopción universal de la jornada laboral de ocho horas y una semana laboral de 48 horas. Tras un extenso debate, la moción fue aprobada.

Así nació la conmemoración del 1º de Mayo como el Día Internacional del Trabajador, ofreciendo cada año a los trabajadores una ocasión para afirmar sus derechos y fortalecer la solidaridad entre ellos.

 

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