Los festejos del Año Nuevo chino en Buenos Aires tuvieron como epicentro el Obelisco, que se iluminó de rojo para la ocasión. La comunidad china celebró la llegada del Año del Conejo de Agua con diversas intervenciones artísticas y culturales.
Durante la tarde del sábado, la celebración se concentró en el Barrio Chino, donde se montaron stands con gastronomía típica y un escenario para presentaciones artísticas. Uno de los puntos destacados fue la exhibición de dos dragones: uno rojo, simbolizando la fortuna y la buena suerte, y otro amarillo, representando el color imperial chino. Ambos dragones danzaron junto a leones “Fu” de la fortuna y dos perros guardianes, todos al ritmo del Gu, un instrumento que emula un tambor tradicional.
Carlos Lin, referente de la comunidad china, destacó la elección del Obelisco como escenario principal, mencionando su fama en China debido al campeonato mundial y cómo el pueblo argentino lo hizo protagonista en la final. Lin también resaltó la transmisión en vivo de los festejos hacia China y la presencia de medios internacionales en el evento.
Los festejos continuarán este domingo con un homenaje organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el Barrio Chino de Belgrano. Se esperan desfiles, danzas y más comidas asiáticas para seguir celebrando esta importante festividad cultural.