La posible eliminación del nombre de Rodolfo Walsh de la Estación Entre Ríos del Subte E ha desencadenado un intenso debate en la sociedad. Walsh, reconocido escritor y periodista argentino, fue desaparecido en esa misma esquina en 1977, lo que le otorga un significado histórico y simbólico especial a esa ubicación.
El pedido para quitar el nombre de Walsh de la estación ha sido impulsado por grupos políticos ligados a ideologías de derecha, quienes argumentan que el escritor era un “terrorista” y por lo tanto no debería ser homenajeado en un espacio público. Este argumento ha sido objeto de críticas por parte de organismos de derechos humanos, quienes consideran que se trata de una actitud negacionista que busca minimizar o distorsionar la realidad histórica del terrorismo de Estado en Argentina.
La presencia del nombre de Walsh en la estación Entre Ríos fue establecida por una ley sancionada en 2013, la cual contó con el apoyo unánime de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, recientemente ha habido intentos de revertir esta decisión, con propuestas para cambiar el nombre de la estación por motivos políticos e ideológicos.
En este contexto, se han presentado proyectos de ley para eliminar el nombre de Walsh de la estación y sustituirlo por otros nombres, como el del médico René Favaloro. Estos proyectos han generado polémica y han sido objeto de críticas y resistencia por parte de sectores que defienden la memoria y el legado de Walsh, así como de aquellos que consideran que la propuesta de cambio busca reescribir la historia y borrar la memoria de las víctimas del terrorismo de Estado.
El debate en torno a la presencia del nombre de Rodolfo Walsh en la Estación Entre Ríos del Subte E refleja las tensiones políticas e ideológicas presentes en la sociedad argentina, así como la importancia de la memoria histórica y la lucha por los derechos humanos.