Los arrendatarios que finalicen su primer o segundo año de contrato de alquiler en septiembre y tengan la intención de continuar residiendo en el mismo lugar, se verán enfrentados a un incremento en el costo, dado que la discusión y modificación de una nueva normativa de arrendamientos en el Congreso se encuentra en pausa.
Bajo la normativa de arrendamientos actualmente en vigor, se requiere un ajuste de los montos cada 12 meses, en concordancia con la tasa de inflación y los salarios. Con un incremento inflacionario del 46,2% en los primeros siete meses del año, este reajuste en los precios de los alquileres afecta directamente a los inquilinos.
Los individuos que alquilan por primera vez estarán sujetos a la fórmula de ajuste establecida por la actual Ley de Alquileres, dado que los representantes nacionales aún no han llegado a un consenso para modificarla en el Congreso.